Hace poco volvimos a uno de nuestros restaurantes favoritos de Alcalá, al Restaurante Ambigú (C/ Cervantes, SN).
En esta ocasión teníamos algo que celebrar, fuimos cinco comensales y pedimos los siguientes platos de su carta:
De primeros pedimos platos para compartir que ya se han convertido en unos clásicos para nosotrxs:
«Gyozas de picada de buey, salsa Sichuan con setas Shimeji y cebolleta capo». De las gyozas no hay nada nuevo que decir, es un plato que siempre que vamos lo pedimos y os recomendamos, estaban buenísimas.
«Huevo Poché con Parmentier de patata, pasta de trufa y jugo de carne». Esta vez lo presentaron en una fuente pequeña (en otras ocasiones lo recordábamos en plato llano) y parecía que tenía mejor presencia. Muy rico, como era de esperar.
«Boletus salteado con yema de huevo campero y papada ibérica Joselito». El plato de boletus estaba espectacular combinado con el huevo y el jamón.
Para continuar pedimos un plato distinto para cada comensal (menos el Tataki que repetimos), aunque terminamos probando todos ellos 😜.
Pedimos:
«Steak tartar clásico con chips de plátano». La presentación de este plato es espectacular, y de sabor estaba bueno, tenía un sabor picante suave. Por poner una «pega», nos hubiera gustado que la carne estuviera un poco más caliente, aunque no estaba demasiado destemplada.
«Tataki de atún rojo a la llama, salsa Kabayaky y salmorejo cremoso». El plato traía cinco piezas de atún tiernas al punto acompañado de verduritas salteadas, brócoli, zanahoria y mazorca de maíz. La salsa de salmorejo le daba un sabor magnífico.
«Pintxos de bacalao en tempura con pimientos asados y mayonesa de ajo negro». Estaba genial, la tempura muy bien elaborada y el bacalao en su punto de sal.
«Canelón de pollo trufado con bechamel al curry y cebolla crujiente». El plato hablaba solo con verlo. La verdad que estaba delicioso. El sabor a curry era un poco suave, pero la verdad que lo preferimos así.
Y de postres, como no podía ser de otra manera, pedimos la «Torrija caramelizada con helado de vainilla bourbon» y el «Coulant de chocolate fluido con helado de nata y polvos de cacao». De la torrija no podemos añadir nada que no hayamos dicho ya, para nosotrxs es un postre espectacular . Y el coulant, era la primera vez que lo probábamos y también fue un éxito.
Y como siempre, hemos estado genial atendidos durante toda la comida, el servicio del restaurante es una maravilla. Había bastantes comensales en la sala, pero con las distancias correctas de seguridad entre mesas.
¡Volveremos! ✅
